El PSOE de Astillero atribuye la ruptura por parte del PRC del pacto de Gobierno con el PSOE en este municipio a una «pataleta» o a una «venganza» del alcalde, el regionalista Francisco Ortiz, al que tildan de «dictatorial» y le culpan de las «desavenencias» surgidas entre ambos partidos. Además, ven «muy difícil» que el PRC pueda gobernar solo y no descartan, a futuro, la posibilidad de la moción de censura.
Así se han pronunciado, un día después de que Ortiz anunciara que el grupo regionalista rompía el pacto de gobierno que mantenía con los socialistas desde el comienzo de la presente legislatura, cesando a los cuatro concejales del PSOE y quedándose solo los cinco regionalistas.
Concretamente han comparecido ante los medios de comunicación el presidente del PSOE de Cantabria, Eduardo Echevarría; la secretaria general del partido en Astillero y concejal, María Ángeles Eguiguiren; el portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento, Salomón Martín, y el concejal Jesús Rivas.
En contra de lo dicho por Ortiz –que acusó a los socialistas de haber sido ellos quienes rompieron el pacto de Gobierno la semana pasada, cuando en la sesión plenaria votaron, junto al PP, a favor de que la Junta de Gobierno local devolviera al Pleno competencias en servicios y obras– han asegurado que la ruptura del pacto ha sido una decisión «unilateral» del PRC.
De hecho, los concejales socialistas explican que conocieron la ruptura del pacto a través de una comunicación por parte de un funcionario del Ayuntamiento en sus respectivos trabajos.
Las «discrepancias», «casi desde el principio»
Los socialistas han explicado que «casi desde el principio» del pacto de Gobierno han surgido «discrepancias» entre los dos socios pero han asegurado que han venido provocadas «exclusivamente» por la actitud de Ortiz y han «desligado totalmente» al PRC de Astillero de lo ocurrido.
«Su actitud prepotente, dictatorial y carente de todo talante democrático; su negativa a reunirse con el equipo de Gobierno para tratar los asuntos municipales; sus decisiones unilaterales sin tener en cuneta la opinión del PSOE, su desconfianza en las iniciativas que presentan los socialistas han sido el detonante de las discrepancias», ha resumido Eguiguren.
Han asegurado que, pese a ello y por «sentido de responsabilidad», los socialistas han intentado llevar «el pacto adelante», lo ha –han dicho– ha resultado «extremadamente difícil» por las «continuas imposiciones y falta de diálogo» de Ortiz.
Después de que Ortiz acusara a los socialistas de «deslealtad» al pacto de Gobierno, éstos le han recordado al regidor que ellos «se deben a los ciudadanos» y han defendido que «el pacto es tan solo un instrumento para garantizar la gobernabilidad, pero en ningún caso es un cheque en blanco para perpetuar a una alcalde déspota y autoritario».
Han relatado que el alcalde regionalista imponía su voluntad, usando incluso para ello cuando era preciso su voto de calidad en las Juntas de Gobierno en aquellos asuntos en los que estaban en desacuerdo. Además, han asegurado que en esos casos en los que los socialistas discrepaban éste les «amenazaba» con «consecuencias».
Aunque han reconocido haber mantenido «posiciones diferentes» en diversos asuntos, los socialistas han explicado que la de «más trascendencia» ha tenido que ver con el proyecto de semipeatonalización de la calle Díaz Pimienta, que para el PSOE, según han señalado, no era una prioridad.
«El pacto lo entiende en un único sentido. Se fundamenta en que el PSOE se acople a la voluntad del PRC. Un pacto es recíproco», le han recordado a Ortiz, al que han acusado de actuar con «prepotencia», «arrogancia» y de «obviarles todo y más» a los socialistas.
Han asegurado que en varias ocasiones intentaron hacer ver a Ortiz que el PSOE era «el socio de gobierno» y que los concejales socialistas en el equipo de Gobierno no estaban de «machacas» para que, posteriormente, él «se colgara medalla» y se hiciera «la foto».
También han desmentido el haber emprendido una campaña de descrédito contra el alcalde regionalista y contra el PRC como ha afirmado Ortiz. De hecho, creen que es el propio regidor, con sus «actitudes», el que se está haciéndose a sí mismo esta campaña. «No ha necesitad de nuestra ayuda, él solo se ha valido para la campaña de descrédito», han aseverado.
El futuro
Los socialistas también se han referido, a preguntas de los medios de comunicación, al futuro del grupo municipal del PSOE y también del equipo de Gobierno formado ahora por los cinco concejales del PRC.
En primer lugar han desmentido tener cualquier alianza con otras fuerzas políticas del Ayuntamiento, como, a su juicio, pretende hacer ver el alcalde, y han asegurado que «a fecha de hoy» no han hablado con «ninguna».
«De momento no lo tenemos contemplado», han dicho los socialistas al ser cuestionados por esta posibilidad y, preguntados concretamente por la posibilidad de un pacto con el PP, han señalado que está «un poco complicado» y ha recordado que el PSOE está personado, como acusación, en una causa judicial contra el portavoz del PP en el Ayuntamiento y exalcalde, Carlos Cortina, por supuesta prevaricación.
También han señalado, a preguntas de la prensa que «a día de hoy no existe ninguna posibilidad» de presentar una moción de censura, aunque no han descartado nada a futuro. Así, han señalado que en la Corporación «hay unas fuerzas políticas con una aritmética que da lugar a cualquier posibilidad».
Han explicado que en este momento se abre en el PSOE un «periodo de reflexión» para ver qué opciones existen pero han asegurado que sus decisiones van a estar «por encima de todo el interés de los ciudadanos».
Cuestionado sobre las posibilidades de que el PRC logre gobernar en solitario el municipio, alcanzando acuerdos en los diferentes asuntos con el resto de fuerzas, han opinado que es «muy difícil», no solo porque solo son cinco concejales para gestionar todas las áreas sino por la actitud del propio alcalde.
Y es que los socialistas «no le ven ahora mismo negociando con nadie» cuando –dicen — ha sido «incapaz» de hacerlo con el que era su socio de gobierno. Sin embargo, creen que Ortiz «habrá hechos sus números y sus cábalas» antes de romper el pacto.